Mi historia con él no tiene mucho que contar sinceramente, aunque creo que con ninguno de los dos.
Lo conocí a mediados de octubre. El curso de teatro ya había empezado y no habían muchos chicos en clase, pero un día mi amiga Celia se trajo a su mejor amigo a clase a que probara. Bendito o maldito el día que lo hizo. Al principio no recuerdo que me diera una imagen que me impactara. Era un chico que posiblemente daría clase de teatro conmigo lo cual estaba bastante bien ya que eran pocos. No hablábamos mucho y menos fuera de clase, pero recuerdo que me caía bien.
No recuerdo qué día ni por qué Celia y él me acompañaron a mi casa, que queda a unos 20 minutos de la escuela andando y nos dio bastante tiempo para empezar una conversación. Eso derivó a que cuando llegamos mi casa continuáramos la conversación en el portón y después en mi casa. No sé en que momento, pero recuerdo que pensé que había metido a un chico que apenas conocía en mi habitación y me hizo gracia ya que no acostumbraba a tener chicos en mi casa y menos si no los conocía. Celia y yo empezamos a cantar (ella lo hace mejor que yo aunque a mi tampoco se me da mal) y notábamos como Chechu también quería cantar pero estaba inseguro y no se atrevía.
Creo que fue después de aquella tarde cuando empecé a fijarme en él ya que para la cena de teatro ya me hacía tilín. Recuerdo que en algún momento me dijo que quería que YO le diera clases de canto. ¿Clases de canto? ¿Yo? En ese momento me sentí un poco perdida ya que yo jamás había recibido clases de canto y menos impartido. También me resultó raro el hecho de que me lo pidiera a mí ya que tenía a Celia, que era su mejor amiga, cantaba mejor que yo y vivía en su mismo barrio, ya que para venía mi casa tenia unos 10 minutos en bus. Pese a todo me gustó la idea, él no aprendería mucho pero pasaríamos tiempo juntos. Lo de pasar tiempo juntos estaba bien, pero me tiraba para atrás el hecho de que tuviera novia. Sí tiene novia, pero de palabra. Solo he oído hablar de ella dos veces y una porque le pregunté.
La primera clase tardó en llegar, pero llegó. Fue rara ya que elegí un dueto de HSM en honor a su adoración a Zac Efron pero creo que apunté muy alto. El chico no tiene ni idea de cantar, y le está cambiando la voz así que yo no voy a poder hacer nada con ella, pero nos lo pasamos bien. Hicimos mucho el pavo, hablamos y nos reímos nos reímos mucho. El culmen de la tarde llegó cuando de repente me mira sonriendo de medio lado y me dice:
"¿Te han dicho alguna vez que eres una profesora estupenda?"
Yo en ese momento desconecté. Me fui a mi mundo. Me quedé en blanco. En standby. No sé si habéis captado la idea. Lo único que sé seguro es la cara de imbécil que puse. ¿Qué se me ocurre contestar? << La verdad es que no, nunca le había dado clases a nadie, pero gracias>> Sabiendo mi historial de gilipolleces creo que dije una frase intermedia. Esa fue la ultima vez que lo vi.
Hace dos semanas que no lo veo, y harán tres, ya que está en Córdoba con su familia pasando las Navidades. Tengo miles y miles de dudas, pero una cosa tengo clara. Quiero verle ¡YA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario